sábado, 28 de marzo de 2009

De caídas pasadas

Recordé parte de mi infancia frente a ti. Y te conté cosas nuevas, quizás insignificantes, pero nuevas. Hace tanto...
No confundas aquel tonto apego con egoísmo. Todo es relativamente nuevo, pero... es sólo una historia contada por tercera vez. Historia con un final que -¿lamentablemente?- no depende de mí.
Es mejor ser neutral y mirar cómo caminan aquellos -supuestos- sentimientos. Y no te alegres por esa o esas personas... mi mente no está ahí, lo sabes.

Momento de seriedad? Qué carajo con eso.

Y no te muestres orgulloso de lo que no harás. Es tu terquedad, es tu interior, tu -estúpida- naturaleza.
No ser cómo el resto. No ser cómo tú... Tonto, verdad?


Nunca se hizo la propuesta, quizá por vergüenza o quizá por la obvia respuesta; pero sé que entiendes lo que el silencio quizo decir.

Oh, naturaleza.
Actitud indomable.

1 comentario:

Thalia Mu dijo...

naturaleza

indomable e impedrecible.